miércoles, 6 de diciembre de 2006

Tres terapias para el renacer del ánimo






Una vez que se escapa de los terrenos de la decadencia total uno se sienta en sus alrededores sintiéndose a salvo. A medida que pasan los días uno se lo pasa ideando planes de vida, imaginando el color de la suma de los próximos días. Sin embargo por más que uno exprima el cerebro no se llegará a buen puerto sin desarrollar un determinado estado de ánimo y sin encontrar una motivación. Cuando no se obtienen ni ese ánimo ni esa motivación se corre el peligro de caer en un limbo cíclico, sin saber qué hacer y en un estado de aburrimiento e incertidumbre.



Tal cuadro obliga a dedicar algunos minutos del día a cuestionar los hábitos diarios a los cuales un cuerpo decadente se somete. Obliga a repensar ciertas cuestiones relativas a lo que pasa durante el último tiempo, en mi caso los últimos años.





Es dentro de ese mismo " cuadro patético" ( expresión de un ex compañero de liceo inmerso en el camino del metal adolescente) que me encontré con tres discos que llegaron a mi sin información previa, ya que sólo eran fruto de esa enfermiza curiosidad musical caracterizada por la descarga desmedida de albums vía soulseek. Lo bueno de estos discos es que fueron escuchados sin expectativa alguna para ir convirtiendo su escucha en un ritual diario en donde cada tema incitaba al olvido, la valentía y la imaginación.





Lo más probable es que ninguno de estos discos pase a la historia, ni siquiera mi historia personal, pero no está demás recomendarlos como discos creativos, divertidos, y con poderosos efectos sobre el estado de ánimo.








Después de ellos, solo faltará encontrar la motivación, a cuya banda sonora me referiré en el próximo capítulo.





Aquí les van:





Bloc Party " Silent Alarm"
La inconfundible voz de Kele Okereke (el pompón negro) así como la riqueza rítmica e identidad melódica que se encuentran en este disco me tuvieron semanas cantando canciones como "this modern love" o "pioneers". Sin duda obtienen la nota máxima en energía y emotividad.
Una muestra : Like eating glass










Junior Boys "Last Exit"




La primera vez que escuché este disco tuve la impresión de escuchar a unos depeche mode más luminosos y vanguardistas. Poco a poco fui dándome cuenta de lo particular de esta propuesta, en donde se le inyectaban enormes dosis de emoción a la complejidad rítmica desarrollada por estos canadienses.




Una muestra: Teach me how to fight






Pinback "Summer In Abaddon"




En este disco la superposición y combinación de las voces es genial. Se intenta dar un matiz poco convencional al ritmo de los temas. Con este album logran rescatar los elementos más positivos de las típicas bandas chillonas a las que nos tenían acostumbrados muchos jovencitos yanquis.

Una muestra : Non photo blue